Un poema de la gran poetiza chilena Gabriela Mistral (1889-1957)
Premio Novel de Literatura en 1945
Todas íbamos a ser reinas,
De cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
Y Lucia con Soledad.
En El Valle de Elqui, ceñido
De cien montañas o de más,
Que como ofrendas o tributos
Arden en rojo y azafrán.
Lo decíamos embriagadas
Y lo tuvimos por verdad,
Que seriamos todas reinas
Y llegaríamos al mar.
Con las trenzas de los siete años,
Y batas claras de percal,
Persiguiendo tordos huidos
En la sombra del higueral.
De los cuatro reinos, decíamos
Indudables como el Koran,
Que por grandes y por cabales
Alcanzarían hasta el mar.
Cuatro esposos desposarían,
Por el tiempo de desposar,
Y eran reyes y cantadores
Como David, Rey de Juda’
Y por ser grandes nuestros reinos,
Ellos tendrían sin faltar,
Mares verdes, mares de algas,
Y el ave loca del faisán.
Y de tener todos los frutos,
Árbol de leche, árbol del pan,
El guayacan no cortaríamos
Ni morderíamos metal.
Todas íbamos a ser reinas,
Y de verídico reinar;
…pero ninguna ha sido reina
Ni en Arauco ni en Copan…
Rosalía beso un marino
Ya desposado con el mar,
Y al besador de las Guaitecas,
Se lo comió la tempestad.
Soledad crío siete hermanos
Y su sangre dejó en su pan,
Y sus ojos quedaron negros
De no haber visto nunca el mar.
En las viñas de Montegrande,
Con su puro seno candeal,
Mece a los hijos de otras reinas
Y los suyo no mecerá.
Efigenia cruzó extranjero
En las rutas y sin hablar,
Le siguió sin saber nombre,
Porque el hombre es igual al mar…
Y Lucila, que hablaba a río,
A montaña y cañaberal,
En las lunas dela locura
Recibió reino de verdad.
En las nubes contó diez hijos
Y en los salares su reinar,
En los ríos ha visto esposos
Y su manto en la tempestad.
Pero en el El Valle de Elqui, donde
Son cien montañas o son más,
Cantan las otras que vinieron,
Y las que vienen cantaran.
“En la tierra seremos reinas y de verídico reinar,
Y siendo grandes nuestros reinos, llegaremos hasta el mar”