Chile
Carlos Mondaca Cortez (1881-1928)
¡Quien pudiera dormirse, como se duerme un niño;
Sonreírle al ensueño del goce y el dolor,
Y soñar con amigos y soñar el cariño,
Y hundirse, poco a poco, en un sueño mayor!
Y cruzar por la vida sonambulescamente,
Los ojos muy abiertos sobre un mundo interior,
Con los labios sellados, mudos eternamente,
Atento sólo al ritmo del propio corazón.
Y pasar por la vida…sin dejar una huella…
Ser el pobre arroyuelo que se evapora al sol…
Y perderse una noche, cómo muere una Estrella
Que ardió millares de años, y que nadie la vio…
Es una pasada. Es eso de vivir y morir sin dejar señal.