Cuba
José Ángel Buesa
Hay que cortar la rosa, pues de cualquier manera
Se secará en la rama su adorable ornamento;
Y, al renacer cien veces con cada Primavera,
Es cien veces más triste que la deshoje el viento.
Hay que cortar la rosa, pues siempre se termina
Fugazmente su encanto para aquel que la ama,
Y al final sobrevive solamente la espina,
Que es también lo primero que le nace a la rama.
Por eso, en esta angustia de andar hacia el olvido,
Lúgubres caminantes de la noche luctuosa,
Para no lamentarnos del tiempo que se ha ido,
¡Hay que cerrar los ojos y hay que cortar la rosa…!