Argentina.
Alfonsina Storni(1882-1938)
Llegará un día en que la raza humana
Se habra secado como planta vana.
Y el viejo sol
en el espacio, sea carbón inútil de apagada tea
Llegará un día en que el enfriado mundo
Será un silencio lúgubre y profundo,
¡Una gran sombra rodeara la tierra.!
…donde no volverá la Primavera.
La tierra muerta. Como un ojo ciego,
Seguirá andando siempre sin sosiego.
Pero en la sombra:
A tientas,
Solitaria,
Sin un canto,
Ni un ¡ay.!
Ni una plegaria…
Sola, con sus criaturas protegidas en el seno
cansadas y dormidas.
( Madre que marcha aún con el veneno
De los hijos ya muertos en el pecho)
Ni una ciudad en pie… Ruinas y escombros
Soportarán sobre los muertos hombros.
Desde allí arriba, negra la montaña
La mirará con expresión huraña.
Acaso el mar no será más que un duro bloque de hielo,
Como todo oscuro…
Y así angustiado en su dureza, a solas…
Soñara con sus buques y sus olas…
Y pasará los años en acecho, de un solo barco
Que le surque el pecho.
Y allá, donde la tierra se le aduna,
Ensoñar a la tierra con la luna.
Y ya nada tendrá más que el deseo,
Pues la luna será otro mausoleo .
En vono querrá el bloque mover bocas
Para tragar los hombres, y las rocas.
Oír sobre ellas el horrendo grito
Del náufrago clamando al infinito.
¡Ya nada quedará; de polo a polo
Lo habrá barrido todo un viento solo.
“¡Voluptuosas moradas de latinos,
Y míseros refugios de beduhinos;
Oscuras cuevas de esquimales,
Y finas y lujosas catedrales;
Y negros, y amarillos y cobrizos,
Y blancos y malayos y mestizos,
Se mirarán entonces bajo tierra
¡Pidiéndose perdón por tanta guerra!”
De las manos tomados, la redonda tierra
Circundarán en una ronda.
Y gemirán en coro de lamentos:
“¡Oh cuántos vanos, torpes sufrimientos.!
¡La Tierra era un jardín lleno de flores
Y llena de ciudades primorosas!
¡Se recostaban sobre ríos unas,
Otras sobre los bosques y lagunas!
Entre ellas se tendían finos rieles
Que eran a modo de esperanza fieles.
¡Y florecía el campo,
Y todo era: risueño y fresco como una pradera!
Y en vez de comprender, puñal en mano
Estábamos, hermano contra hermano.”
Calumniabanse entre ellas lasmujeres
Y poblaban el mundo mercaderes.
Ivan todos contra el que era bueno
A cargarlo de lodo y de veneno…
…Y ahora, blancos huesos,
La redonda tierra rodeamos en hermana ronda…
?y de la humanidad? Nuestra llamarada
¡Sobre la tierra en pie…no queda nada!
……….
Pero quien sabe si una estuata muda
De pie quede aún sola y desnuda.
Y así, surcando por las sombras,
Sea el último refugio de la idea.
El último refugio de la sombra
Que quiso definir De Dios la norma.
Y que aplastada por su sutileza,
Sin entenderla, dio con la belleza.
Y alguna Dulce, cariñosa Estrella,
Preguntara tal vez: “¿quien es aquella.?
¿Quienes esa Estrella que así se atreve,
Sola, en el mundo muerto que se mueve¿”
Y la amara, por celestial instinto
Hasta que caiga al fin desde su pleno.
Y acaso un día, por piedad sin nombre
Hacia esta pobre tierra y hacia el hombre
La Luz de un sol que viaje pasajero
Vuelva a incendiarla en su fulgor primero
Y le insinué: “¡:Oh fatigada esfera:
¡Sueña un momento con la Primavera!
Absórbeme un instante: soy El Alma Universal
Que muda y no se calma”
¡como se moverán bajo la tierra
Aquellos muertos que su seno encierra!
Más será en vano que los muertos ojos
Pretendan alcanzar los rayos rojos
¡En vano.!
,¡En vano.!
Demaciado espesas serán las capas. Ay, sobres sus huesas…
Amontonados todos y vencidos,
Ya no podrán dejar los viejos nidos.
Ningún hombre podrá gritar :¡yo quiero!…