No te salves.

Uruguay.
¡Un gran poeta! Mario Benedetti (1920-2009)

No te quedes inmóvil
Al borde del camino,

No congeles el júbilo
No te quieras con desgano.

Note salves ahora
ni nunca…

No te salves
No te llenes de calma.

No reserves del mundo
Solo un rincón tranquilo,

No dejes caer los párpados pesados
Como juicio

No te quedes sin labios
No te duermas sin sueño
No pienses sin sangre
No te juzgues sin tiempo

Pero si pese a todo
No puedes evitarlo
Y congelas el júbilo
Y quieres con desgano
Y te salvas ahora
Y te llenas de calma
Y reservas del mundo
Solo un rincón tranquilo
Y dejas caer los párpados pesados como juicios
Y te secas sin labios y te duermes sin sueño
Y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo
Y te quedas inmóvil al borde del camino

¡Y te salvas!
Entonces… No te quedes conmigo.

Bolero.

Argentina
Un tango de: Santos Lipesker (musica)
Y Reinaldo Yiso (letra)

La conocí en Palermo, una de esas lindas noches.
¡Fue mirarla y entregarle alma, vida y corazón!

Y a los dos meses justitos quiso que vieran sus padres
… al hombre que era su sueño, su esperanza y su ilusión…

Yo sentí una Alegría como nunca había sentido,
¡Bendiciendo mi destino..! Acepte la invitación.
Eran gente de abolengo, de linage distinguido,
Y al palacio de la nena fui temblando de emoción.

“Mucho gusto: Juan Perdales;”
“Mucho gusto: Bengolea”

Una copa y otra copa que la madre nos sirvió,
.¡Todo iva viento en popa…! Cuando el padre de la nena
Le dice a mi noviecita:” Hasle oír algo al señor…”

Ella, llena de entusiasmo, presurosa fue hasta el piano,
Empezó con un bolero… y siguió con otro más.
Después, “La última noche” …y yo que esperaba un tango…

Me aleje de su palacio para no volver jamas.

Una carta le he mandado donde le digo:
“Querida.
si queres que sea tu novio tenez pronto que aprender
Estos tangos que te envío: Catamarca,
La cachila,
El arranque,
Mano amaño,
Adiós Bardi,
El busca Pies.
Y una cosa más te exijo mi querida noviecita:
Que en la noche de la boda… y no lo tomes a mal,
Yo quiero que me arrulle el tango “La cumparsita”
Que por algo soy porteño y nací en el arrabal”

Cuatro líneas para el cielo.

Un tango.
Arturo Gallucio (musica)
Reinaldo Yiso (letra)

Llevando a un muchachito sujeto de la mano,
Se presentó al sargento que estaba de facción.
“El mundo está perdido”, Le dijo entre asombrado,
“Apenas siete años, ¡tan chico y ya ladron “
“¿Y que es lo que ha robado?” Dijo la autoridad,
“¡Robó un ovillo de hilo”! Le respondió el librero,

“A todos estos pillos debieran encerrar”

“Señor, yo no lo niego,
Es cierto que he robado,
Me faltaba tan poco
Para poder llegar
Con este barrilete
Hasta el azul del cielo,
Allí donde se ha ido
Ayer nomas mamá…
¿No ve que hay una carta
Pegada al barrilete?
No me alcanzaba el hilo
Fue verlo … y que se yo
No lo pensé dos veces.
Me sorprendio el librero
Le juro mi sargento
Por eso fui ladron.

Si han de llevarme preso, lo siento por mi madre,
Por esta pobre carta que nunca ha de llegar,
En ella le preguntó ¿por que se fue tan lejos
Dejándonos tan solos a mi y a mi papa¿…”

Sin pronunciar palabra lo acaricio el sargento
Y entonces el librero, con ganas de llorar,
Poniendo entre sus manos aquel ovillo de hilo,
“!Ahora si,” le dijo. “Tu carta va ha llagar”¡

El Abuelo

Argentina.
Alberto Cortez.

El abuelo un día, cuando era muy joven,
Allá en su Galicia, miro el horizonte
Y pensó que otra senda… tal vez existía…

Y al viento del norte, que era un viejo amigo
Le hablo de su prisa, le mostró sus manos
Que mansas y fuertes, estaban vacías,

Y el viento le dijo:
“Construye tu vida detrás de los mares allende Galicia”

Y el abuelo un día en un viejo barco se marchó de España.
El abuelo un día, como tantos otros, con tanta esperanza.
¡La Inmagen querida de su vieja aldea y de sus montañas
Se llevó grabada my dentro del alma!
cuando el viejo barco se alejó de España…

El abuelo un día subió a la carreta ( de subir la vida)
Empuñó el arado, abono la tierra…y el tiempo corría,
Y lucho sereno por plantar el árbol ¡que tanto quería!
¡Y el abuelo un día lloro bajo el árbol que al florecía!

Lloro de Alegría cuando vio sus manos
Que un poco más viejas ¡no estaban vacias!

Y el abuelo entonces cuando yo era muy niña
Me hablaba de España. Del viento del norte,
De la vieja aldea y de sus montañas.

Le gustaba tanto recordar las cosas que llevo grabadas
muy dentro de su alma…que a veces callado sin decir palabras
¡Me hablaba de España!

El abuelo un día , cuando yo era muy viejo
Me tomo la mano…y yo me di cuenta que ya se moría,
Y entonces me dijo, con muy pocas fuerzas, y con menos prisa:
“Promete hija, que a la vieja aldea irás algún día
Y al viento del norte dirás que su amigo,
A una nueva tierra le entregó su vida”

Y el abuelo un día se quedo dormido…sin volver a España…

El abuelo un día como tantos otros sin volver a España.
Y al tiempo al abuelo
Lo vi en las aldeas,
Lo vi en las montañas
En cada mañana
Y en cada leyenda
Por todas las sendas
Que anduve en España…

Soñemos.

Un tango
Música: Roberto Caló / Roberto Rufino
Letra: Reinaldo Yiso(1915-1978) Argentina.

Yo se que es imposible seguirte y adorarte,
Que es un pecado amarte y darte el corazón,
Pero no importa ¡vida! Soñemos esta noche ,
Aunque después lloremos mañana al despertar.

Soñemos.
Que los dos estamos libres,

Soñemos,
En la Gloria de este amor.

Soñemos,
Que ya nada nos separa,
Y que somos cual dos almas
Que nacieron para amar .

Soñemos.
Que me quieres y te quiero,

No importa ,
Que mañana al despertar…
tus besos se despidan de mis besos
Y así nuestro embeleso, morira con nuestro amor.

Yo se que nunca nadie podría separarnos,
Y aún no estando juntos nos une un mismo amor
Acaso en otra vida…muy juntos nos hallemos
Y… nunca más lloremos la pena de este amor.

Soñemos
que los dos estamos libres,
Soñemos,
En la gloria de esta amor.

Soñemos
Que ya nada nos separa
Y que somos cual dos almas,
Que nacieron para amar.

Soñemos…

Pedacito de cielo.

Argentina.
Un vals de Homero Expósito(letra)
Enrique Francini/ Hector Stamponi (musica)

La casa tenía una reja pintada con quejas
Y cantos de amor…
La noche llenaba de ojeras
La reja, la hiedra y el viejo balcón…

Recuerdo que entonces reías
Y yo te leía mi verso mejor.

Y ahora… capricho del tiempo
Leyendo esos versos ¡lloramos los dos!

Los años de la infancia pasaron…pasaron…
La reja está dormida de tanto silencio

Y en aquel pedacito de cielo
Se quedo tú alegria y mi amor

Los años han pasado terribles, malbados,
Dejando esa esperanza que no ha de llegar.
Y recuerdo tu gesto travieso
Después de aquel beso robado al azar…

Tal vez se enfrió con la brisa
Tu cálida risa, tu limpida voz…
Tal vez escapó a tus ojeras la reja,
La hiedra y el viejo balcón.

Tus ojos de “azúcar quemada” tenían distancia
Doradas de sol…
Y hoy quieres hallar como entonces
La reja de bronce temblando de amor…

¡Los años han pasado terribles malbados!
Dejando esa esperanza que no ha de llegar
Y recuerdo tu gesto travieso
después de aquel beso robado al azar.

Rima LXIX.

España.
Un verso de Gustavo Adolfo Becquer

Al brillar un relámpago nacemos,
Y aún dura su fulgor cuando morimos,
¡Tan corto es el vivir!

La Gloria y el amor tras que corremos
Sombras de un sueño son que perseguimos
¡Despertar es sufrir!

El amor de mis amores

España.
Carolina Coronado. (1820-1911).

¿Como te llamaré, para que entiendas
Que me dirijo a ti, ¡Dulce amor mío!
Cuando lleguen al mundo las ofrendas
Que desde oculta soledad te envío?…

Aquí tú Barça esta sobre la arena;
Desierta miro la extensión marina
Te llamo sin cesar con un suspiro,
Y no apareces a calmar mi pena.

Aquí estoy en la barca triste y sola,
Aguardando a mi amado noche y día;
Llega a mis pies la espuma de la ola,
Y huye otra vez, cual la esperanza mia.

¡Blanca y ligera espuma transparente,
Ilusión, esperanza, desvarío,
Como hielas mis pies con tu roció
El desencanto hiela nuestra mente!

Tampoco es en el mar adonde el mora;
Ni en la tierra ni en el mar mi amor existe,
¡Ay!, dime si en la tierra te escondiste,
O… si dentro Del Mar estás ahora.

Porque es mucho dolor que siempre ignores
Que yo te quiero ver, que yo te llame,
Sólo para decirte que te amo,
Que eres siempre el amor de mis amores.

Para que no me olvides

Este poema es de un gran poeta chileno:
Oscar Castro (1910-1947)

Yo me pondré a vivir en cada rosa
Y en cada lirio que tus ojos miren
Y en cada trino cantaré tu nombre
¡Para que no me olvides!

Si contemplas llorando las estrellas,
Y se te llena el alma de imposibles,
Es que mi soledad viene a buscarte…
Para que no me olvides.

Yo pintaré de rosa el horizonte
Y pintare de azul los alelies
Y dorare de luna tus cabellos
¡Para que no me olvides!

Si dormido caminas dulcemente
Por un mundo de diáfanos jardines,
Piensa en mi corazón que por ti sueña
Para que no me olvides.

Y… si una tarde, en un altar lejano,
De otra mano cogido te bendicen,
Cuando te pongan el anillo de oro,
Mi alma será una lagrima Invisible
En los ojos de Cristo moribundo…

Acuérdate de mi.

Inglaterra.
Lord Byron( 1788-1824)

Llora en silencio mi alma solitaria,
Excepto cuando esta mi corazón unido al tuyo…
en celestial alianza
De mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la mañana de mi alma cual lumbrera,
Que brilla en el recinto sepulcral:
Casi extinta…invisible, pero eterna…
¡Ni la muerte la puede aniquilar!

¡Acuérdate de mi!… ven a mi tumba
No pases, no, sin darme una oracion;
Para mi alma no habrá mayor tortura
Que el saber que olvidaste mi dolor.

Oye mi última voz. No es un delito
Rogar por los que fueron.
Yo jamás te pedí nada: al expirar te exijo
¡Que vengas a mi tumba a sollozar!